Asombrado ante la grandeza de tu gloria.
Ante la belleza de tu majestad,
me acerco a tu trono.

Sin palabras que puedan describir tu pureza,
consumido por el fuego de tu santidad;
humillo mi corazón.

Ay de mí que siendo pequeño,
han visto mis ojos la gloria de Dios
Ay de mí pues soy pecador
y he visto la gloria del hijo de Dios.

Tan alto, tan santo,
tan puro y sublime.
Jesús resplandece
mucho más que el sol.

Se sienta en el trono,
Él gobierna, no hay otro.
Gloria incomparable
es tu gloria oh Dios.

Ohhhh.
Es tu gloria oh Dios.