No existe oro y plata
que puedan comparar
el precio de tu sangre
por la humanidad.

En respuesta a tu gran bondad
nos postramos a adorar,
apasionados por tu amistad
que vida eterna nos da.

// Preciosa sangre de Cristo,
¡qué hermoso sacrificio
de gracia que me rescató,
de amor que me perdonó! //
¡Preciosa sangre!