Envuelto en un manto de luz,
alumbrarás mi oscuridad.
Y el resplandor de tu presencia
ha hecho de mí un vencedor.

Toma mi mano
y rescátame del mar profundo,
con el soplo de tu aliento.
Mi enemigo huirá.

Levántate para ver
tu grandeza y tu poder.
Levántate para ver
a mi enemigo retroceder.

Dios grandioso,
cubierto de esplendor y majestad,
tu gloria está aquí.