Hay una fuente, viene de un monte,
desde el Calvario, desde un madero.
Hay un torrente, gracia ferviente,
sana y perdona, fluye y da vida.
Por la sangre del Cordero vivo estoy.

// Y muerte, ¿dónde está tu aguijón
si en Jesús hay salvación?
En ese día él compró mi corazón.

Es el amor del Salvador,
gracia del Padre en esplendor.
Por su Espíritu de luz
hoy levantamos a Jesús. //

Desde lo eterno hubo un decreto,
era una historia, luz redentora.
Previo al comienzo era el Cordero,
él sufriría dando su vida.

// ¡Jesús salva! ¡Jesús salva!
Este es nuestro Dios glorioso. //